El ananda margii es aquel que eligió seguir la filosofía de Shrii Shrii Anandamurti, asumiendo la misión de auto-realización (atma moksartham) y servicio a la creación (jagat hitaya ca). Por eso, parte esencial de ser margii es estar siempre comprometido en trabajos relevantes, actuando constantemente para realizar pracar. ¿Cómo los margiis han realizado este trabajo? ¿Cómo se inspiran? ¿Qué dificultades encuentran? Estas y otras preguntas serán investigadas aquí, en la segunda parte de la serie especial «trabajadores de dharma pracar», a partir de las experiencias de cuatro margiis brasileños.

Hay varias oportunidades para que los margiis hagan pracar. Pueden apoyar el desarrollo de las organizaciones que componen la comunidad Ananda Marga, actuando en uno o más de sus diversos departamentos – por ejemplo, AMURT / AMURTEL (enfocado en asistencia social) o RAWA (enfocado en arte para elevación de la conciencia). Pueden, también, llevar los diferentes aspectos de la filosofía y las prácticas a sus propios trabajos, como líderes, gestores, emprendedores, profesores, instructores de yoga, entre otros.

Soma Devii (Sandra Brys), moradora desde hace 28 años de la unidad maestra Ananda Kiirtana (Belmiro Braga, MG) y margii desde 1980, dice que es ”afortunada por la gracia de Baba por haber encontrado ese camino». Alimentada por esa gracia, se dedica exclusivamente a la educación, como fundadora y directora de la Escuela Rural Sol Naciente (parte de la unidad maestra). Tanto la escuela como sus entrenamientos, talleres, charlas, así como las historias infantiles y canciones que escribe, se basan en el neo-humanismo. Según Soma, uno de los papeles del margií es valerse de las ricas enseñanzas de Baba y con quien convivió directamente para «crear una didáctica apropiada, que presenta ese conocimiento de manera accesible».

Rajendra (Ricardo Almeida), de Río de Janeiro (RJ), margii desde 1981, trabajó muchos años en la parte organizacional de Ananda Marga en Brasil, y hoy en día se dedica a organizar cursos de introducción del kiirtan e de la filosofía en el jagrti de Río de Janeiro. Para él, un pracaraka es aquel que «busca divulgar el dharma de la mejor manera, inspirado por las enseñanzas y por la cercanía con Taraka Brahma, para ayudar a todos a evolucionar en sus expresiones físicas, mentales y psíquicas”.

Kalyanika (Carla Cavalheiro), de Caxias do Sul (RS), conoció a Ananda Marga en 2004, a través de los cursos del Instituto Visão Futuro, cuya base es la filosofía de Baba. Acabó trabajando durante algunos años en sus programas y llevando técnicas de meditación y yoga a un público mayor. Hoy, organiza un grupo de meditación y yoga en su espacio y creó el movimiento MeditAMOR, que lleva canciones devocionales y kiirtan a retiros y congresos con temática espiritual. Para Kalyanika, el gran motor para pracar es también la devoción: «Lo que me mantiene de pie es el amor arrebatador y totalmente fuera de mi control que siento por Baba, y que siento que Él también siente por mí».

Lalan (Lucas Becker), de Pelotas (RS), iniciado en 2013, desarrolla el proyecto «Yogue-se Pelotas» , con clases de yoga y meditación, sin usar el formato de dharmacakra, como puerta de entrada de las personas a la filosofía. Además, promueve cursos de alimentación vegetariana, filosofía espiritual, mantras, salud y medicina y otros aspectos de la obra de Anandamurti. «Estas prácticas amparan y fundamentan la estructura del núcleo y dan más credibilidad al pracaraka frente a la población local».

Para Lalan, los margiís deben llevar pracar para todos los lugares y de todas las formas posibles, aunque «no es siempre necesario levantar la bandera de Ananda Marga». Él defiende que «un yogii es quien incesantemente se esfuerza en unir la conciencia individual a la conciencia cósmica. Pero ser margii es ir más allá: es esforzarse para asumir socialmente el papel de sadvipra.

El camino de pracar, sin embargo, tiene algunas piedras. Kalyanika menciona los dogmas religiosos en la región en que trabaja. Rajendra, por su parte, cree que un gran desafío es ajustar los trabajos tradicionales de los jagrtis con la mentalidad occidental actual. Según él, la solución sería un enfoque gradual, en el que la persona pasaría a frecuentar el dharmacakra después de un período mínimo de aprendizaje de la filosofía – como Lalan ha hecho en sus proyectos.

Soma destaca desafíos estructurales, como el bajo número de libros traducidos, y la necesidad de una mayor sistematización y organización de los temas trabajados por Ananda Marga, de manera estandarizada. En ese sentido, Kalyanika menciona las dificultades de mantener un grupo de voluntarios practicantes y comprometidos.
Sean cuáles sean las dificultades, ellas se agravan por la disputa política que, según Lalan, existe hoy en la organización. «Muchos acaryas están perdiendo tiempo y energía en problemas individuales, de geo-grupos y de socio-grupos. Cuando el objetivo de llevar a la sociedad a una condición más humana queda en segundo plano, el perjuicio es inmensurable.

A pesar de los desafíos, todos coinciden en que el actual momento de crisis ética, política, social y económica es oportuno para presentar la filosofía a las personas. También es consenso que, para ello, es necesario adaptar el lenguaje a cada público. «Dado que la obra de Sarkar es inmensa y que va mucho más allá de la capacidad humana, los diferentes enfoques son importantes para atraer a personas con diversos intereses», concluye Lalan.

¿Cuántos otros margiis comprometidos e inspiradores existen en Brasil y en el mundo? ¿Cuáles son sus acciones exitosas en pracar? ¿Qué dificultades encuentran? ¿Cómo están superando estos desafíos? Si usted tiene un proyecto y quisiera divulgarlo, o quisiera anunciar el proyecto de alguien, escriba a nosotros: journal@d4all.org. En breve, lanzaremos una herramienta para divulgación de proyectos de dharma pracar de nivel mundial.