Existen varios niveles en la evolución de la devoción. Baba explicó que el más alto tipo de devoción evolucionó “cuando todas las propensiones de la mente son retiradas de todos los objetos y son redirigidas en dirección a la Meta Suprema: esto es la verdadera bhakti”.
“Ud. debe haber notado que las personas a veces establecen una relación devocional con Dios de una manera egoísta. Por ejemplo, existe bhakti tamásico o devoción estática. Las personas rezan equivocadamente a Dios: ‘Señor, yo soy un devoto y yo estoy queriendo hacer eso y aquello para agradarLe. Estas y aquellas personas son mis enemigas. Deje que el mal recaiga sobre ellas.’ Aquí el pensamiento está fundamentalmente defectuoso. No hay dudas que la ideación se relaciona con Parama Purusa. Entre tanto, la persona no quiere alcanzar a Dios, pero quiere que Parama Purusa lo ayude o hiera a sus enemigos. Bajo esas circunstancias Parama Purusa puede o no garantizar sus oraciones, pero una cosa es cierta – Ud. no alcanzará Parama Purusa porque Ud. realmente no Lo quiere. Un verdadero sadhaka no debe practicar este tipo de devoción tamásica porque ella lleva a la degradación de la mente.
El segundo tipo de devoción es la devoción rajásica o mutativa. Aquí también existe la devoción, sin duda, pero la mente también no quiere alcanzar Parama Purusa. El aspirante le reza a Parama Purusa: ‘Oh Señor, bendíceme con un futuro político mejor o con más lucro en mi negocio, o una promoción en mi trabajo. Por favor ayúdeme a pasar en las pruebas, o a conseguir con facilidad un buen casamiento para mi hija’. En este tipo de devoción Ud. no reza para que Parama Purusa lo ayude a herir a sus oponentes, lo que es bueno, pero todavía Ud. no alcanza a Parama Purusa.
Existe un tercer tipo de devoción, que es llamado devoción sutil o sátvica. En este tipo de devoción Ud. no le pide nada a Parama Purusa. Pero también hay algunas personas que rezan: ‘Oh Señor, yo ya estoy en la Tierra hace un buen tiempo, tengo que enfrentar muchos problemas en la vida. Por favor, mi Dios, llévame a Tu regazo. Aquí la persona quiere que sus aflicciones terrenas terminen. Entonces existe un defecto inherente en este tipo de devoción. Esta ideación no servirá al propósito. Ninguno de esos tipos de devoción tiene cualquier significado en el camino espiritual. ¿Por qué?
Como analogía, un niño pequeño está llorando por su madre. Entonces, ¿Qué hace ella? Ella inmediatamente corre hacia el niño y le da algunos juguetes coloridos. El niño para de llorar inmediatamente. Pero si el niño insiste en que no quiere nada excepto a su madre, la madre es compelida a poner al niño en su regazo. Entonces devotos con la verdadera bhakti en sus corazones no le piden nada a Parama Purusa. Aun si Parama Purusa ofrece eso o aquello, el sadhaka dirá: “No mi Señor, yo no quiero nada más allá de Ud. Yo quiero estar con Ud. Lo que Ud. me está ofreciendo es algo trivial. Yo lo quiero a Ud. y apenas Ud., nada más.”
Cuando la persona avanza espiritualmente a través de la práctica del yoga o del tantra, él o ella quedan aún más cerca de Parama Purusa, el Núcleo Macrocósmico. Gradualmente, hasta el pensamiento de estar separado de Él se vuelve insoportable para el devoto. En este estado sublime, toda acción que el sadhaka hace, sea terrena o no, tiene apenas un propósito que es el de agradar a Parama Purusa de todas las formas posibles. Ágora, aun este estado ideal de devoción posee dos categorías.
Cuando el devoto responde: ‘Yo amo a Parama Purusa intensamente y haría cualquier cosa para agradarLe, pues haciendo eso yo estoy en una indescriptible bienaventuranza’. Esto realmente acontece cuando la devoción verdadera se desarrolla en una persona, ella se siente en bienaventuranza. Este tipo de devoción se llama raganuga bhakti. Y aunque sea una de las más elevadas categorías de devoción, aun no es libre de un cierto egoísmo.
Existe también otro tipo de devoción que está libre de este trazo de egoísmo. Este tipo es llamado de devoción ragatmika, o también kevala bhakti o, también, devoción no atribucional. Aquellos que practican ese tipo de devoción son llamados de gopa en sánscrito.”
Para esclarecer la naturaleza de la devoción ragatmika, Baba contó la siguiente historia:
“Cierta vez, el Señor Krishna quedó seriamente enfermo y estaba sufriendo de un dolor de cabeza muy fuerte. Nada podía curarLo. Doctores ilustres también intentaron pero también sin éxito. Cuando todo había fallado, aquellos alrededor de Él le pidieron a Krishna un consejo: ‘Querido Señor, por favor díganos que Lo va a curar.’
Krishna respondió: ‘Existe apenas un remedio: si Ud. me trae el polvo de los pies de mis devotos y lo pasa por mi frente, yo me curaré.’
Eso era una tarea difícil. Para Narada fue atribuida esa tarea de viajar alrededor del mundo para procurar por devotos que estarían dispuestos a donar el polvo de sus pies. A todos los que le preguntaba Narada decían: ‘Mi Dios, ¿Cómo puedo concordar con tal propuesta? ¿Cómo puedo dar el polvo de mis pies para que sea pasado por la frente do mi Señor? ¿Existe algún pecado mayor que este? Tendré que sufrir las torturas del infierno por mucho tiempo si hago eso. Yo no puedo ni imaginarme cometiendo tal sacrilegio, entonces rechazo categóricamente donar cualquier polvo de mis pies.’
Finalmente Narada volvio a Vrindava donde vio algunas gopis cuidando de sus vacas. Cuando ellas lo vieron aproximarse, corrieron hacia él y le preguntaron: ‘Oh sabio, ¿Cómo está nuestro querido Señor Krishna?’
Narada respondió: ‘Las noticias no son muy buenas. Ud. está enfermo.’
‘¿Cual el problema? ¿Que está siendo hecho para curarLo?’ preguntaron las gopis preocupadas.
Narada le contó sobre el dolor de cabeza que no respondió a ningún tratamiento: ‘Hasta el momento, todo lo que intentamos, falló. El Señor Krishna nos dijo que si el polvo de los pies de Sus devotos es pasado en Su frente, apenas esto Lo curará. ¿Uds. darían algún polvo de sus pies?’
‘¿Y por qué no?’, respondieron las gopis, ‘Oh sabio Narada, nosotras no sabemos ni si somos dignas de ser llamadas de devotas, pero por favor llévese el polvo de nuestros pies y páselo en la frente de nuestro Señor. Si nosotras somos dignas de ser llamadas de devotas, esto ciertamente lo curará.’
‘Está bien. Pero díganme, ¿Uds. no tienen miedo de cometer un pecado dando el polvo de sus pies para pasarlo en la frente del Señor? ¿Esto no es un acto de sacrilegio?’
‘¿Por qué tendríamos miedo, oh sabio Narada? Nuestro Señor está con mucho dolor. Si el polvo de nuestros pies puede curarLo, ¿Qué más podemos desear? No nos importamos si es un acto de gran sacrilegio por el cual seremos condenadas a vivir en el infierno. Para nosotros, no importa. Amamos tanto a nuestro Señor que Él también tendrá que ir con nosotros al infierno para estar con nosotros. Lo que nos importa es que el Señor debe estar contente y libre de Su sufrimiento.’
Esto es kevala bhakti, la verdadera devoción sin el ego.
Por Acarya Pravanavatmakananda Avadhuta, del libro Shri Shri Anandamurti – Advent of a mistery (Shri Shri Anandamurti – El advenimiento de un misterio, traducción libre)
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